Una buena forma de centrarse un poco cuando estás empezando en este mundillo es ir probando los estilos de vino que más pueden gustarte. Tal vez eres aficionado a los vinos tradicionales de la Ribera del Duero y seguramente te gusten los tintos con cuerpo. O puede que disfrutes los vinos de Rueda. Seguro que entonces encuentras un mundo por descubrir entre los blancos ligeros y aromáticos.
¿Cual es tu estilo de vino favorito?
Hay tantos estilos de vino diferentes, tantos tipos de uva, tantas regiones productivas, que muchas veces nuestra aproximación a este mundillo apasionante es errática, complicada y no sabemos cómo empezar y que conclusiones sacar. Organizar los vinos por estilos es una buena idea para centrarse un poco. No soy muy original, ya el famoso divulgador del vino Hugh Johnson en su libro Wine Companion, estableció esta clasificación. Por cierto, lo puedes encontrar en Amazon por unos 20 euros. La única pega puede ser que está en inglés.
Pero vayamos describiendo estos estilos de vino. Empecemos.
Contenidos
Estilos de vino tinto
Entre los tintos hay estilos de vino muy diferentes, dependiendo fundamentalmente de la variedad de uva y de los procedimientos de elaboración. También influye, por supuesto, el tipo de crianza a que se someta el vino. Como sabes el color y los taninos se encuentran en la piel y la pepita de las uvas tintas. Dependiendo del tipo de uva, la piel será más o menos gruesa, influyendo en que tenga una mayor o menor concentración de compuestos colorantes y tánicos, como veíamos al tratar los componentes del vino.
Para extraer color y tanicidad se mantiene el mosto macerando con los hollejos. Básicamente, dependiendo del tipo de uva, del tiempo de maceración y de lo que se remuevan los hollejos, la extracción y concentración de las sustancias será diferente, dando lugar a estos estilos de vino tinto:
Tintos con cuerpo
Son vinos que se caracterizan por la intensidad de sabor en boca y de sus aromas. Normalmente son vinos oscuros, a través de los cuales no se puede ver un dedo puesto detrás de la copa. Es lo que se llama un vino de capa alta. Tienen mucho pigmento, porque se ha mantenido la maceración de los hollejos durante mucho tiempo.
Suelen ser vinos de zonas cálidas. En estas regiones las uvas maduran con facilidad y por tanto la graduación de alcohol es alta, 14.5º en adelante. Es posible incluso, que el elaborador para incrementar la sensación de cuerpo en boca deje un poco de azúcar residual. En la fase aromática de la cata suelen aparecer frutas negras (arándanos, moras).
Ejemplos de este estilo de vinos intensos podemos encontrar en la península en los tintos del Douro, los bobal de Levante y algunos Ribera del Duero. En menor medida, normalmente con un cuerpo algo menor, las garnachas y cariñenas del Priorat.
Moraza tempranillo, un tinto con cuerpo
Las temperaturas de servicio no deben ser muy altas, ya que el calor aumenta la sensación alcohólica. Entre los 17º y 18 º, algo frescos, se pueden beber perfectamente.
En la mesa acompañan bien comidas especiadas, carne roja a la brasa, platos de caza y en general platos grasos y de sabores intensos.
Tintos con cuerpo medio y afrutados
Son vinos con crianzas en barricas de madera usada, o con un porcentaje bajo de madera nueva. El envejecimiento en madera se suele mantener durante menos de un año. Los aromas característicos son de fruta roja fresca (frambuesa, ciruela, fresa) con notas especiadas (pimienta o clavo).
Dentro de este estilo encontramos vinos tipo entre las garnachas navarras, algunos tintos de Rioja y los rufetes de Salamanca. Los portugueses del Alentejo también suelen entrar en esta categoría.
Son los tintos que tienen un abanico más amplio de comidas para acompañar. La comida italiana, los estofados, las carnes blancas y las rojas magras se acompañan perfectamente con vinos de este estilo.
Tintos ligeros y elegantes
Son vinos en los que predominan los olores a frutas rojas (frambuesas, fresa), florales (violeta), así como herbáceos (laurel, eucalipto). Pueden ser debidos a largas crianzas en madera, como los reservas y grandes reservas riojanos o al empleo en su elaboración de uvas de piel fina que dan poco color y se extraen poco, como los tintos gallegos o los de Borgoña.
Van bien con carnes ligeras como el pollo, guisos tradicionales, risottos. En general con comidas en las que la intensidad de sabor no enmascare su elegancia. Ojo, porque en este grupo puedes encontrar vinos bastante ácidos. De nuevo el consejo de tu “tendero de guardia” es importante.
Vinos rosados
La mayoría de las clasificaciones consideran sólo un tipo de rosados. A mí, sin embargo, me gusta dividirlos en dos estilos de vino diferentes: los rosados suaves y los maduros. Su uso en la mesa es muy diferente y desde luego, puede haber divisiones en los gustos.
Rosados suaves
Son los que llamo “rosados con alma de blanco”, muy ligeros de color y de sabor muy afrutado. Normalmente elaborados con uvas tintas y maceraciones muy cortas. Son vinos muy fáciles de beber, pero que si tienen la suficiente frescura y complejidad pueden ser muy agradables. Destacan en ellos los aromas de frutas de hueso (melocotón, albaricoque) y de flores (rosas, clavel).
Acompañan cualquier arroz mediterráneo, pasta con salsas ligeras, carnes blancas y guisos de sabor no demasiado intenso. Vinos tipo de este grupo son los rosados provenzales y los riojanos y navarros. La temperatura adecuada de servicio está sobre los 12º, frío pero no en exceso.
Rosados maduros
Los que tienen “alma de tinto”. Su color llega hasta el rosa fresa. Son vinos elaborados con extracciones algo más largas e incluso con crianza en barrica. Su intensidad de color viene acompañada de sabores también acentuados. Estos vinos tienen aromas de fruta roja madura, incluso llegando a mermelada o yogur.
Las carnes rojas les van bien, la comida mejicana o incluso la india se pueden acompañar también con estos vinos. Podemos encontrarlos entre los rosados de Cigales, claretes del Priorat y riojanos y algunos vinos valencianos. Para servirlos está bien una temperatura entre los 12º y los 14º.
Estilos de vino blanco
Blancos ligeros
Que no te engañe su nombre, porque entre los vinos de este grupo los hay de una gran elegancia y complejidad. Deben tener una característica para ser buenos: ser muy frescos. Una acidez vibrante es obligatoria. Me gusta beberlos a partir del segundo año de la cosecha, para que la acidez se haya asentado un poco. Sin embargo, si eres amigo de los vinos ácidos, en su primer año estarán fantásticos.
El marisco, el pescado frito o asado van fenomenal con estos vinos. Los puedes encontrar entre los albariños y godellos gallegos, los chacolís vascos y algunos blancos levantinos. Entre los 9º y los 12º están de muerte.
OVNI, un blanco ligero
Blancos aromáticos
A ciegas podrías confundirlos con un tinto. Son blancos en los que puede haber maceración con hollejos y crianza en madera. Tienen aromas lácteos, de vainilla, de frutas blancas (manzana, pera) y florales (jazmín, flor de acacia). Normalmente son vinos algo dulzones en nariz.
Acompañan bien mariscos de cola (langosta, bogavante) a la parrilla, quesos ligeros, pasta con salsa con nata y guisos de pollo entre otros. Puedes encontrar vinos como estos entre los chardonnay con barrica, viognier, malvasías canarias y algunos blancos de Priorat y Monsant. El servicio sobre los 12º es ideal.
Blancos ligeramente dulces
Son vino en los que los aromas predominantes son de frutas y florales. En la elaboración se ha dejado algo de azúcar residual, parando la fermentación. Normalmente se hace esto para equilibrar una acidez muy marcada. El mejor ejemplo de estos vinos es el riesling alemán, aunque también encajan los gewurztraminer alsacianos y algunos moscateles.
Van fenomenal con comida picante y quesos con sabores fuertes.
Nos quedarían por citar los espumosos y generosos, pero no quiero abusar de tu paciencia. Además, a estos tipos de vinos, que están entre mis favoritos, les quiero dedicar tiempo y extensión.
Ahora, ya sabes, elige un tipo y empieza a beber. Presta un poco de atención y ve descubriendo cosas nuevas. Si comentas tu estilo favorito o quieres hacer alguna pregunta, o incluir algún vino que conozcas en su estilo, estaré encantado de comentar o responder.
A partir de ahora en cada cata de vino irá incluido su estilo, para ayudarte a decidir si estás pensando en probarlo.
Hasta aquí llegamos, pero queda aun más que se publicará en nuevas entradas. Ahora te toca a ti, ¿cuáles son tus estilos favoritos? ¿Te parece que falta alguno? ¿Cuáles te gustaría que se incluyeran en la próxima entrada?